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¡Abba Padre!

¡Abba Padre!

 

 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!  Las palabras de Gálatas, contienen  una de las más grandiosas revelaciones que podemos recibir los cristianos, ya que nos muestra que Dios nos ha hecho de tal manera Sus hijos, que nos ha mandado el mismo Espíritu que hay en Jesús, para que quienes creemos en Él, seamos hijos de Dios de la misma clase y calidad como lo es Jesús. 

 

¿Qué significa esto? Algo realmente grandioso, pues, si bien, es cierto que Dios es el Todopoderoso, el Eterno, el Señor de universo, etc, para usted, Dios es su Papá, es su Papito, y puede acercase a Él con toda la confianza y seguridad que esto representa.

 

Piense en un momento en los hijos de cualquier presidente o rey en el mundo, aunque ese gobernante sea la máxima autoridad en su país, para sus hijos es simplemente su papá o su papi, y ese privilegio tenemos con Dios, que podemos acercarnos a Él, confiadamente, llamarle ABBA PADRE, que es una expresión de cariño, de confianza, de amor, especialmente, como el que un niño o niña pequeñitos utilizan para dirigirse a papá, en edad más temprana.

 

Eso es lo que quiere Dios, esa clase de relación y de confianza, por eso nos ha puesto en nuestros corazones el mismo Espíritu que tiene Jesús, para que lo llamemos ¡Abba Padre!

 

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Responsabilidad

 Gálatas 6:4-5 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.

Vivimos una época en la que todo mundo exige sus derechos, incluso en la mayoría de las naciones y ciudades importantes del mundo existe una comisión que defiende los derechos humanos, lo cual está muy bien, pero hemos caído en el extremo en el que se nos olvida que la vida consiste en un equilibrio entre los derechos y las responsabilidades.
El gran problema que todo ser humano llega a enfrentar continuamente es el de ser responsable con Dios, con la Iglesia, con su familia y consigo mismo de cada uno de sus actos.
Ser cristiano significa ser distinto al resto del mundo, asumir compromisos y actuar con responsabilidad, en todas las áreas en las que nos desenvolvemos cada día, ya sea en casa, en el trabajo, en la iglesia, ante las amistades, vecinos y autoridades .

Definición de acuerdo al diccionario: ¿Qué significa responsabilidad? Que responde de los actos que ejecuta uno mismo u otra persona. Serio formal en sus actos. Que tiene capacidad para tomar decisiones o dirigir una actividad. Capacidad para responder.
La palabra responsabilidad proviene del latín responsum, que es una forma latina del verbo responder, de ahí que responsabilidad es “la habilidad de responder”. Existen varios significados de la palabra responsabilidad en castellano:

  • Como la imputabilidad o posibilidad de ser considerado sujeto de una deuda u obligación al no ser ordenado y capaz de hacer algo, esto se debe hacer al contrario, por ejemplo: “Los papás son responsables por los daños causados por sus hijos si jugando en la calle afectan a un vecino, o si al conducir el auto de papá, sufren un accidente”.
  • Como cargo, compromiso u obligación, por ejemplo: “Mi responsabilidad en la paternidad será suplir todas las necesidades de mis hijos, y de llevarlos al éxito”.
  • Como sinónimo de causa ejemplo, “soy el responsable de la felicidad de mi esposa”.
  • Como la virtud de ser la causa de los propios actos, ejemplo: “Usted es el responsable de todo lo que suceda en su propia casa”.
  • Como deber de asumir las consecuencias de nuestros actos. “Usted asume las consecuencias de sus decisiones, como el usar una tarjeta de crédito”

Responsable es aquel que conscientemente es la causa directa o indirecta de un hecho. Usted es la causa directa o indirecta de lo que ocurre con su familia.
La responsabilidad es un valor que esta en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre delante de Dios.


El cumplimiento responsable a nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios como:

    • Reconocer y responder a las propias inquietudes y necesidades y las de los demás.
    • Mejorar continuamente, buscando crecer en todas las áreas.
    • Corrección a tiempo de lo que descubrimos que no funciona bien.
    • Planeación dentro de la voluntad de Dios, para evitar vivir a deriva.
    • Asumir las consecuencias de nuestros actos.
    • Buscar tener relaciones sanas con los demás. (la paz con todos).

 

Tener buena comunicación y propiciarla en casa.

Lo anterior significa entonces que Dios espera un nivel de cada varón, en el cual se tenga capacidad de responder, pronto y bien.
¿Responder a qué o a quién? Para poder entender esto tendremos que mirar quien llama a un servidor:

  • A Dios. Santiago 4:7 Someteos, pues, a Dios… es la primera y más importante persona ante la que hemos de dar cuenta de nuestros actos. Parece fácil, pero he encontrado que la gente se justifica para no ser responsable delante de Dios y quisiera que se apareciera un ángel del cielo o que lloviera fuego del cielo o que una voz le hablara desde lo alto, etc. pero en la realidad Dios nos habla todos los días a través de Su Palabra que es la Biblia, y es donde requerimos tener habilidad para responder de inmediato, sin embargo es ahí donde regularmente no respondemos, nos hacemos de la vista gorda, o respondemos negativamente, ya que pensamos que esas no son formas de que Dios nos hable, o simplemente es una manera de huir del compromiso que significa el dar una respuesta e involucrarnos en el trabajo más profundamente en la iglesia.
  • La familia. Efesios 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. Por cuanto Dios la ha puesto como escudo proyectos de nuestra vida, llámense padres, cónyuge o hijos. Cuando tomamos buenas o malas decisiones, sea que acertamos o que fallamos, nuestra familia es bendecida o paga consecuencias desastrosas.
  • Las autoridades de todo tipo. 1 Pedro 2:13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior… Aquí entran los gobiernos civiles, municipales, federales, fiscales, etc., las personas a las que reportamos en el trabajo (jefes, patrones, clientes, etc).
  • La iglesia que es el cuerpo de Cristo. 2 Crónicas 30:8 No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jehová, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.

 

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15 mayo 2014

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YO SOY

 

Te invito a conocer a Dios como Yo Soy.

Porque al presentarse de esta manera, nos enseña que “Yo Soy” es un presente eterno y constante.

Juan 13:19 Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que Yo Soy.

El nombre YO SOY fue revelado a Moisés cuando el Señor dijo YO SOY EL QUE SOY manifestándose de una manera constante.  

YO SOY revela la existencia y autosuficiencia eterna del Señor y su fidelidad al pacto de estar contigo.

La afirmación de Jesús de llevar este nombre tan especial lo hace Dios mismo y nos enseña que: 

  • Dios no depende de nadie porque El es Creador.
  • Dios no depende del tiempo porque El es eterno. 
  • Dios no depende de las circunstancias porque El es Todopoderoso.
  • Dios es Soberano porque El es Rey de reyes y Señor de señores.
  • Dios es Uno y Único porque no hay más fuera de Él, ni nadie se le puede igualar. 
  • Dios es Juez porque Él es quien juzga y recompensa el bien y el mal. 
  • Dios es Santo porque Él es la norma de lo bueno y santo. 
  • Dios es Suficiente porque fuera de Él no necesitas nada más. 
  • Dios es la Inteligencia porque lo que necesitas para vivir en abundancia te lo da Él. 
  • Dios es Salvador porque Él es único que te puede perdonar, salvar y dar eternidad.

 

 

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JESUCRISTO RESUCITÓ

JESUCRISTO RESUCITÓ

 

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí… 1 Corintios 15:3-8.

 

Esta escritura cobra vida en cada uno de nosotros, los que hemos creído en Él, ya que la Biblia da testimonio de la resurrección del Señor Jesucristo, al tercer día de que fue crucificado por nuestros delitos y pecados, y refiere a quienes fueros testigos del evento más extraordinario que haya acontecido jamás sobre el planeta tierra, desde su creación, ¡Que se levante de entre los muertos a una persona para vivir eternamente!

 

Pero en este tiempo, quienes hemos tenido un encuentro vivo con Jesús en nuestras propias vidas, habiendo experimentado Su amor, Su perdón, Su sanidad en nuestras almas y cuerpos, Su restauración en nuestras vidas, podemos decir igual que Pablo lo expresó en su momento: “como a un abortivo, me apareció también a mí”

 

Motivo más que suficiente para ser testigo de Él y de lo que es capaz de hacer en la vida un ser humano común y corriente como lo somos cualquiera de nosotros.

 

Muchos podrán negar creer en Él, y aun más, habrá quienes dándose aires de conocimientos científicos, pretendan negar que Jesucristo resucitó, pero lo que nadie podrá negar jamás es lo que Él ha hecho en nosotros y con nosotros.

 

Así que si tú te identificas con esta palabras, ¡testifica de Él! y dí a cualquiera que tengas enfrente: ¡y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí!

 

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Pan sin Levadura

PAN SIN LEVADURA

1 Corintios 5:7-8 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.

Estamos por iniciar la Semana Mayor, o Semana de Pascua, o Semana Santa, un tiempo para recordar la muerte y la resurrección del Señor, a favor nuestro. una buena forma es la que nos propone la Palabra, quitando la levadura de nuestra vida, revisando cada área dentro de nosotros mismos para poder caminar en santidad. Sal. 139:23-24 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

Para poder escuchar mejor la voz del Espíritu, conviene aplicarnos en alguna forma de ayuno, y una muy simple, es la que Dios plantea justamente para este tiempo: Éx. 12:15 Siete días comeréis panes sin levadura…

Yo te quiero proponer, no de una manera legalista, ritual, ni religiosa, sino de una manera práctica y de reflexión, practicar durante estos días, el ayuno de levadura, y mediante este ayuno, sensibilizar más profundamente nuestro corazón a la voz de Dios, y así, poder ser para Él, panes sin levadura, buscando caminar en santidad, sinceridad y verdad.

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