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¿DE QUÉ FORMA CLAMAS A DIOS?

Todos necesitamos de una manera u otra la presencia de Dios en nuestra vida, y quisiéramos tener la certeza de que Dios nos escucha y que no estamos orando al aire, ni que nuestros ruegos se queden en el techo.

 

El salmista escribe lo siguiente respecto de su forma de orar y buscar de una forma especial la presencia de Dios en su vida:

 

Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. 

Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.

Llévame a la roca que es más alta que yo, 

Porque tú has sido mi refugio,

Y torre fuerte delante del enemigo. 

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;

Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. 

 

De estas palabras aprendemos por ejemplo, ¿eres capaz de orar a Dios en cualquier momento y en cualquier lugar, o eres de las personas a las que les da pena hacerlo en algunos sitios, pues no quieres que la gente piense mal de ti? 

 

Imagina que tienes un vendedor enfrente de ti y te presiona para comprar aquello que tal vez a tu te llama la atención pero no estás seguro de poder adquirido, pues no quieres tomar una mala decisión, ¿puedes decirle a ese vendedor que te tomarás un tiempo para orar y preguntarle a Dios sobre la decisión que debas tomar y no guiarte tan solo por las circunstancias o por la promoción que tienes delante?

 

Nunca faltan las circunstancias que nos hacen sentir mal física o emocionalmente y eso nos hace desmayar, pero ¿cómo reaccionamos entonces? esos son los momentos clave en los cuales debemos clamar con mayor ahínco al Señor.

 

La roca que es más alta que yo, más sabia, más fuerte, más segura, más importante, se llama Jesucristo, por lo tanto, solamente en Él podemos estar confiados.

 

Dios es una Torre Fuerte, Dios es un Refugio, Dios nos ofrece Sus alas como forma de protección, de descanso y de seguridad, pero depende de usted ir a Su presencia, subir a esa Torre, meterse debajo de Sus alas, hacer de Su tabernáculo un lugar de habitación permanente.

 

En conclusión, la oración no es tan solo un momento a lo largo del día, debe ser un estilo de vida, una constante en todo lo que hacemos y donde sea que nos encontremos.

 

Te invito a reflexionar sobre tu vida de oración…

 

 

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